El próximo miércoles es luna nueva.
Imagino que será luna nueva en Acuario. Lo imagino porque ahora es el cumpleaños de mis amigas acuarianas, no porque yo tenga idea alguna de astrología.
Lo que sí sé es que la próxima luna nueva es el momento en el que luna del bienestar le va dando paso a la luna de la fortaleza. Sobre esto, tengo algo que contarte que tiene todo que ver con tu gozo interno y tu contento.
Hace años, en una de mis vidas anteriores como Vanessa, no como Cleopatra o una bruja del medievo, yo hacía rituales de luna nueva.
De hecho, creo que fue de las primeras prácticas de conexión y transformación interna que hice.
Bueno, no.
Me estoy acordando de que antes ya había jugado con el Tarot, pero eso fue en una vida aún anterior, también como Vanessa.
El caso es que, más o menos a la misma vez de descubrir la existencia de la psique femenina, descubrí los rituales de luna.
Antes, mucho antes de los rituales, yo ya hablaba con la luna. Desde jovencita me quedaba mirándola cuando me encontraba sola y triste, también melancólica.
Sin saber por qué, encontraba consuelo al mirarla.
Siempre lo encontraba.
Ahora sé por qué. No sé si tiene algo que ver con los poderes de la luna, lo que sé es que tiene que ver con los recursos que a cada una les sirven para regularse. La luna, como el fuego o el mar, es un recurso muy recurrente, valga la recurrencia.
Los primeros rituales que descubrí eran los de luna nueva. Después descubrí los de luna llena y, con ellos, la diferencia entre unos y otros.
Dicen que hay diferencia, aunque a mí nunca me han quedado muy clara. Una de mis queridasamigas, la que leeelalma entreotrascosas, me lo explicó hace años, pero hay cosas que no retengo en la cabeza.
Lo que sí se me ha quedado es el ritual que hice cada luna nueva durante bastantes meses.
Consistía en escribir, en cada luna nueva, los deseos en los que quería.
Ya está.
No es que esperara que la luna con sus poderes mágicos me diera la claridad de qué hacer para conseguirlos. Tampoco esperaba que al hacerlo me llegaran unos códigos de manifestación que habrían cambiar toda mi frecuencia interna para poder magnetizar aquello que deseaba.
En esa época era una inocente y feliz joven que no tenía ni idea de que estas cosas existían.
Lo hacía, únicamente, para tener claridad sobre los cambios que quería en mi vida. También de las novedades.
Sencillo.
Recuerdo que se lo conté a una queridaamiga y ella también comenzó a hacerlo.
Esto era, si te digo, lo más bonito de todo: saber que ella y yo, a varios kilómetros de distancia, estábamos haciendo lo mismo en ese momento.
Es decir, sentirme acompañada.
Esta claridad me ayudó mucho en esos momentos en mi vida. También la terapia a la que iba quincenalmente, que no todo va a ser inefable.
Si quieres hacer este ritual, tuyo es, tan tuyo como mío y de mi queridaamiga.
Y si quieres aún más claridad sobre Ti Misma y la verdad escondida en las profundidades de tus entrañas, la luna también puede ayudarte. Por eso creé los Destellos de luna, para que me guiaran y pudieran guiarte también hacia lo más profundo de Ti Misma.
El miércoles, día de luna nueva, será el último para poder comprarlos hasta no se sabe cuándo.
Si los quieres, aquí los tienes.
Si quieres seguir con tus rituales llenos de acciones sin sentido, entonces no los compres.
Un fuerte abrazo y que tengas algún destello hoy que te llene de contento.
Vanessa